jueves, 2 de mayo de 2013

Sibilia, P. (2009) El hombre postorgánico, Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales - Capítulo 3: Ser humano



La digitalización de la vida

Durante muchos siglos reinó en la tradición occidental una distinción entre lo natural y lo artificial, dos mundos distintos, antagónicos. Ahora la frontera que separaba lo natural de lo artificial se está disipando, la vida se está digitalizando.


Mitos de la tecnociencia I: Ascenso y caída del hombre-máquina

Lo nutual tiende a desaparecer y es reemplazado por lo artificial: "Lo orgánico desapareció". Surgen las máquinas poniendo en marcha el largo y decidido proceso de mecanización del mundo.
Descartes definió al hombre como una mezcla de dos sustancias completamente diferentes pero separadas:
CUERPO-MÁQUINA, es decir, un objeto natural que podía y debía examinarse con el método científico.
MISTERIOSA MENTE HUMANA, un alma pensante cuyos orígenes sólo podían ser divinos.


Mitos de la tecnociencia II: El código de la vida

Se da lo que la autora expresa como una "Exploración de la vida en escala atómica". Aquí surgieron nuevas áreas de conocimiento, desde la electrónica hasta la biología molecular. En este momento, la tecnología adquiere una importancia fundamental.


Tendencias neognásticas: El materialismo se disuelve en la luz

Los secretos de la vida han pasado a manos de la tecnología y la materialidad del cuerpo se ha convertido en un obstáculo que debe ser superado para sumergirse libremente en el ciberespacio; "Superar los límites de la materia, trascender las restricciones inherentes al organismo humano en busca de una esencia virtualmente eterna".

"¿Es posible existir sin cuerpo? La respuesta afirmativa parece ser una de las propuestas de la tecnociencia de cuño fáustico con su meta de digitalización total y su dueño de disolución de las materias"


El espíritu en la carne: La persistencia de lo orgánico

Para Descarte, el hombre estaba dividido en dos componentes distintos y separados: La mente y el cuerpo. El cuerpo ya no se descarta por ser pecador sino por ser impuro en un nuevo sentido: imperfecto y perecedero, fatalmente limitado y por ser viscoso y orgánico ha quedado obsoleto, pero la misma tecnociencia se propone repararlo, recrearlo y trascenderlo.
Teóricos de la I.A. y la cibercultura parecen convencidos de que si fuera posible construir un cerebro artificial copiando un cerebro humano, se lograría también copiar al sujeto cuyo cerebro se ha imitado.
El cuerpo se convierte en objeto de resentimiento por no ser una invención técnica y sería digno de valor si fuera revisado y corregido por la técnica.
La tecnociencia sólo ha registrado fracasos en tratar de imitar los sentimientos, las emociones, las sensaciones y las pasiones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario